La Oficina del Censo de EE. UU. Estima que más de 94 millones de estadounidenses tienen más de 50 años. Según la Organización Nacional de Discapacidades, 54 millones de hombres, mujeres y niños en Estados Unidos tienen discapacidades u otras necesidades funcionales y de acceso.

La campaña Ready consultó con varias organizaciones con experiencia en la salud y el bienestar de los estadounidenses mayores y las personas con discapacidades y otras necesidades funcionales y de acceso para desarrollar información Ready adaptada a sus necesidades únicas. Estas organizaciones incluyen AARP, la Cruz Roja Americana (Cruz Roja), la Organización Nacional de Discapacidades (NOD) y la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA).

Para obtener copias gratuitas de los folletos de preparación para emergencias para estadounidenses mayores y personas con discapacidades, visite el sitio web Ready ( www.ready.gov ) o llame al 1-800-BE-READY. Además, los videos instructivos para estadounidenses mayores y personas con discapacidades y otras necesidades funcionales y de acceso están disponibles en www.ready.gov para que las personas los vean o guarden para su uso posterior.

Obtenga un kit de suministros de emergencia. Esté preparado para improvisar y usar lo que tiene a mano para hacerlo por su cuenta durante al menos tres días, tal vez más.

Suministros recomendados para incluir en un kit básico:

Agua: un galón por persona por día

Llave inglesa o alicates para apagar los servicios públicos

Radio a batería o de manivela y un NOAA

Alimentos no perecederos: suministro de al menos tres días

Radio meteorológica con alerta de tono y baterías adicionales

Linterna y pilas extra

Abrelatas manual

Kit de primeros auxilios

Silbato para pedir ayuda

Documentos familiares importantes

Toallitas húmedas, bolsas de basura y bridas de plástico para el saneamiento personal

Incluya medicamentos y suministros médicos: si toma medicamentos o usa un tratamiento médico a diario, asegúrese de tener a mano lo que necesita para prepararlo por su cuenta durante al menos una semana y guarde una copia de sus recetas y información sobre la dosis o el tratamiento.

Si no es posible tener un suministro de medicamentos y suministros para una semana, tenga a mano tanto como sea posible y hable con su farmacéutico o médico sobre qué más debe hacer para prepararse. Si se somete a tratamientos de rutina administrados por una clínica u hospital o si recibe servicios regulares como atención médica a domicilio, tratamiento o transporte, hable con su proveedor de servicios sobre sus planes de emergencia. Trabaje con ellos para identificar proveedores de servicios de respaldo dentro de su área y otras áreas a las que podría evacuar.

Artículos adicionales: si usa anteojos, audífonos y pilas para audífonos, pilas para sillas de ruedas u oxígeno, asegúrese de tener siempre extras en su kit.

También tenga copias de sus tarjetas de seguro médico, Medicare y Medicaid disponibles. Si tiene un animal de servicio, asegúrese de incluir comida, agua, collar con etiqueta de identificación, registros médicos y otros suministros para mascotas de emergencia.

Haga un plan de lo que hará en caso de emergencia.

La realidad de una situación de desastre es que probablemente no tendrá acceso a las comodidades cotidianas. Para planificar con anticipación, piense en los detalles de su vida diaria.

Desarrolle un plan de emergencia familiar:

Es posible que su familia no esté junta cuando ocurra un desastre, así que planifique cómo se comunicarán entre sí y revise lo que harán en diferentes situaciones. Considere un plan en el que cada miembro de la familia llame o envíe un correo electrónico al mismo amigo o familiar en caso de una emergencia. Puede ser más fácil hacer una llamada telefónica de larga distancia que llamar al otro lado de la ciudad, por lo que un contacto fuera de la ciudad puede estar en una mejor posición para comunicarse entre los miembros de la familia separados. Dependiendo de sus circunstancias y la naturaleza del ataque, la primera decisión importante es si se queda o se aleja. Debe comprender y planificar ambas posibilidades. Mire la televisión y escuche la radio para obtener instrucciones oficiales a medida que estén disponibles.

Cree una red de apoyo personal:

Si prevé que necesitará ayuda durante un desastre, pídale a su familia, amigos y otras personas que formen parte de su plan. Comparta cada aspecto de su plan de emergencia con todos los miembros de su grupo, incluido un amigo o familiar en otra área que no se vería afectado por la misma emergencia y que pueda ayudar si es necesario. Incluya los nombres y números de todas las personas de su red de apoyo personal, así como sus proveedores médicos en su equipo de suministros de emergencia. Asegúrese de que alguien de su red de apoyo personal tenga una llave adicional para su hogar y sepa dónde guarda sus suministros de emergencia. Si usa una silla de ruedas u otro equipo médico, enséñeles a sus amigos cómo usar estos dispositivos para que puedan moverlo si es necesario y enséñeles cómo usar cualquier equipo para salvar vidas o administrar medicamentos en caso de una emergencia. Practique su plan con quienes hayan aceptado formar parte de su red de apoyo personal.

Comuníquese con su oficina local de administración de información de emergencia:

Algunas oficinas locales de manejo de emergencias mantienen registros de personas mayores para que puedan ser ubicadas y asistidas rápidamente en caso de desastre. Comuníquese con su agencia local de manejo de emergencias para ver si existen estos servicios donde vive o visite ready.gov para encontrar enlaces a las oficinas gubernamentales en su área.

Infórmese sobre lo que podría suceder.

Sin embargo, es importante mantenerse informado sobre lo que podría suceder y saber qué tipos de emergencias pueden afectar su región. Esté preparado para adaptar esta información a sus circunstancias personales y haga todo lo posible por seguir las instrucciones recibidas de las autoridades en el lugar. Sobre todo, mantén la calma, ten paciencia y piensa antes de actuar.